Esta es una frase que le gusta mucho a los promotores del sistemas acuícolas de recirculación (RAS, por sus siglas en inglés). Yo pienso que no todo el futuro esta sobre tierra, pero si una parte importante.
La tecnología actual y el hecho de ser sistemas cerrados y de recirculación permite a las granjas RAS tener un control casi total de las condiciones de cultivo, lo que convierte a la ubicación geográfica en un factor casi irrelevante y permite a las empresas ubicarse cerca de sus mercados, con ahorros logísticos importantes en la comercialización de sus productos. Esto permite que actualmente se estén produciendo salmones en el desierto en Dubai.
Un ejemplo de estas empresas es The Kingfish Company, ubicada en los Países Bajos y con una segunda granja en construcción en Maine, U.S.A., en donde cultivan jurel (S. lalandi). Acaban de recibir una inversión adicional de 32 millones de euros para completar la expansión en Los Países Bajos y alcanza una producción de 3,500 toneladas al año. Conforme la tecnología avanza, es seguro que empezaremos a ver cada vez mas sistemas RAS alrededor del mundo.
